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"San Agustin"

domingo, 5 de diciembre de 2010

Limpiadores limpios-Bajando la carga tóxica en casa-

La mayoría de los sustitutos de los limpiadores domésticos pueden adquirirse en las droguerías. En el envase que utilice coloque una etiqueta detallando tipo de producto, modo de empleo y composición. Aunque estas sustancias no producen impacto ambiental deben usarse con precaución y mantenerse lejos del alcance de los niños y animales domésticos. En el caso del bórax, (tetraborato sódico) puede causar alguna molestia a personas con una piel sensible y su ingestión es tóxica.



El bicarbonato sódico limpia y elimina olores. Al ablandar el agua, facilita la acción del jabón y constituye un buen polvo para restregar.



El bórax limpia y elimina olores. Es un desinfectante excelente y ablanda el agua. Puede conseguirse en las droguerías.



El jabón se degrada fácilmente, y no es tóxico. Se vende en pastillas, Copos, polvo o liquido. Las raspaduras de las pastillas se disuelven sin dificultad en agua caliente. No ha de contener aromas, colores ni otros aditivos sintéticos.



El carbonato sódico reduce la grasa y quita las manchas, desinfecta y ablanda el agua. Puede encontrarse también en forma pura en tiendas de productos químicos para laboratorio.



El vinagre blanco reduce la grasa y es un buen desodorante de ambientes. Para fabricar un limpiador general disolver dos cucharadas soperas de bórax con una de jabón en un litro de agua. Puede guardarse en una botella provista de pulverizador manual de gatillo.



Un desintectante de calidad hospitalaria se hace con una cuarta parte de una taza de bórax disuelta en medio litro de agua caliente. Mantener las superficies limpias y secas reduce la necesidad de desinfectante.



Si es posible, hay que comprar polvos limpiadores sin cloro, colorantes, detergentes ni talco; o fregar con una esponja o cepillo de cerdas fuertes, jabón, y una de estas tres sustancias: bórax, bicarbonato sódico o sal común.



Para quitar las manchas de las alfombras pueden rasparse los materiales sólidos y secar los líquidos con un material absorbente. Luego se mojan con una solución de agua y vinagre. Limpiar con una esponja y agua limpia, y secarlas con algo absorbente.



Para desembarazarse de olores y de un suelo grasiento, mezclar dos partes de harina con una parle de bórax y espolvorearlo generosamente, pasando la aspiradora al cabo de un ahora. Como último recurso, puede emplearse una solución de agua y amoniaco después de neutralizar la zona con una solución débil de vinagre.



Para limpiar la vajilla usar jabón liquido o en polvo. Para trabajos más pesados, se puede añadir 2 ó 3 cucharadas de vinagre. En las máquinas lavavajillas poner a partes iguales bórax y carbonato sódico.



No verter jamás grasas por el desagüe y dejarle permanentemente instalado un disco o filtro-colador que retenga los pelos y otros restos y limpiarlo regularmente.



Los pelos obturantes se quitan con un alambre con la punta doblada en un ganchito. Como mantenimiento rutinario, taponar el orificio del rebosadero con un trapo húmero una vez a la semana y verter un cuarto de taza de bicarbonato por el desagua, seguido de media taza de vinagre y taponar el desagüe hasta que se detenga el desprendimiento de gas (dióxido de carbono). Verter entonces cinco litros de agua hirviendo.



Si el agua se va lentamente o se detiene, poner el rebosadero, disolver medio kg de carbonato sódico en diez litros de agua hirviendo, verterlo por la pileta y emplear la sopapa con el borde untado de vaselina para que no se le escape la presión. Si la obturación persiste, verter la misma fórmula por el desagüe y usar un alambre de plomero (espiral) en vez de la sopapa.



No hay que llenar excesivamente los recipientes que se llevan al horno. Se deben raspar las salpicaduras en cuanto lo cocinado se haya enfriado lo suficiente. Cuando haga falta limpiar el horno usar un estropajo de lana de acero y carbonato sódico con un poco de agua. Ante una suciedad persistente, disolver media taza de amoniaco en cinco litros de agua caliente y restregar ventilando bien.



Bañera, mosaicos y lavatorios se frotan con una esponja o cepillo duro y jabón en polvo, o polvos para restregar hechos con bicarbonato sódico, bórax o sal común. Para ablandar los depósitos calca reos, emplear vinagre sin diluir.



Para limpiar ventanas y espejos basta una esponja húmeda y secarlos con papel de diario. También se puede emplear una solución en la proporción de tres cucharadas de vinagre por cinco litros de agua caliente Si están muy sucios, lavarlos primero con agua caliente jabonosa.



Cuando se cambie del detergente al jabón, hay que hacer el primer lavado con carbonato sódico para eliminar los restos del detergente, sino estos reaccionarían con el jabón y amarillearían los tejidos.

Puede sustituirse muy bien la lavandina por medía taza de bórax por carga de lavadora para obtener blancos más blancos y realzar los colores. Si hace falta, se empleará de vez en cuando un blanqueador en polvo no clorado.



Para evitar la limpieza en seco comprar prendas que uno mismo pueda lavar o limpiar. La mayoría de los disolventes limpiadores, como el percloroetileno son tóxicos. Si es inevitable llevar la prenda a una la lavandería para que la limpien en seco, cuando la devuelvan oree a conciencia antes de entrada en casa. Muchas prendas que tienen la especificación de «solo limpieza en seco» igual pueden lavarse a mano sin problemas con jabón suave.

Fuente:Greenpeace

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